Cuando el viernes 18 de
mayo de 2018 un Boeing 737 se precipitó a tierra poco antes de despegar del
aeropuerto de la ciudad de la Habana, ninguno de los dirigentes activos del régimen
cubano sintió preocupación por sus familiares. Era sabido entre la principal cúpula comunista
que los aviones rentados a la compañía Global Air y su subsidiaria Aerolíneas Damojh
no eran naves de fiar.
La compañía Global Air, que
ya había perdido privilegios de volar en países como Chile y Uganda debido a la constante falta de reparación e inspección de sus naves, ofrecía un muy
atractivo precio al régimen comunista de Cuba para la renta de las mismas. Ya,
anteriormente, un funcionario cubano tras una extensa investigación, había
recomendado la no contratación de dicha empresa. Pero las tarifas de Global Air
eran demasiado tentadoras como para dejarlas pasar.... y lo barato sale caro o
al menos, le salió caro al pueblo cubano tan necesitado de transporte y quien
sería en definitivas cuentas, el usuario fundamental de dichas naves en vuelos
nacionales.
En mayo 23 de 2018 se publicó en el periódico Granma un artículo en el cual aseguraba se estaba llevando una extensa investigación sobre los hechos con el objetivo, no de buscar culpables (muy convenientemente para el gobierno), sino de prevenir futuros sucesos similares. El diario también se encargó de dar una minuciosa lista de países involucrados en la investigación y el porqué cada cual estaba involucrado: Cuba sería el “líder” de la investigación por ser el país en el cual ocurrió el accidente; México tendría el “derecho” de enviar su personal por ser el lugar donde está registrada Global Air. Y por ser un Boeing, Estados Unidos de América, lugar de diseño y fabricación, quien tiene la “RESPONSABILIDAD” y el derecho de nombrar un representante acreditado.
Así que no importa cuantas recomendaciones se hayan dado por parte de los expertos cubanos al gobierno de Cuba de no contratar a Global Air debido a las múltiples violaciones y falta de seguridad en sus naves. No importa que dicha compañía haya sido excluida de operar en varios países que sí se preocupan por la seguridad de sus ciudadanos... el gobierno cubano desde YA, responsabiliza a Estados Unidos por el accidente aéreo.
En mayo 23 de 2018 se publicó en el periódico Granma un artículo en el cual aseguraba se estaba llevando una extensa investigación sobre los hechos con el objetivo, no de buscar culpables (muy convenientemente para el gobierno), sino de prevenir futuros sucesos similares. El diario también se encargó de dar una minuciosa lista de países involucrados en la investigación y el porqué cada cual estaba involucrado: Cuba sería el “líder” de la investigación por ser el país en el cual ocurrió el accidente; México tendría el “derecho” de enviar su personal por ser el lugar donde está registrada Global Air. Y por ser un Boeing, Estados Unidos de América, lugar de diseño y fabricación, quien tiene la “RESPONSABILIDAD” y el derecho de nombrar un representante acreditado.
Así que no importa cuantas recomendaciones se hayan dado por parte de los expertos cubanos al gobierno de Cuba de no contratar a Global Air debido a las múltiples violaciones y falta de seguridad en sus naves. No importa que dicha compañía haya sido excluida de operar en varios países que sí se preocupan por la seguridad de sus ciudadanos... el gobierno cubano desde YA, responsabiliza a Estados Unidos por el accidente aéreo.
Me recuerda esto a la
sátira que escuchaba cuando niño en Cuba:
En la despedida de duelo de
un dirigente comunista, otro dirigente enardecido exclamó: “¡Aquí yace una víctima más del
imperialismo yanqui!” A lo que un borracho en la multitud reclamó en protesta:
“¡Oiga, pero ese hombre murió porque lo atropelló un camión!”. El dirigente altivo
y ofendido respondió: “¡Sí! ¡Fue un camión, pero un camión de la marca Ford!”
Jorge González
Comentarios
Publicar un comentario
Usted es bienvenido de escribir cualquier comentario en este blog siempre que dicho comentario sea respetuoso tanto para el público como para la administración de este blog. Por favor, absténgase de incluir palabras inadecuadas y/u ofensas hacia cualquiera otra persona. De ser necesario, se valorará la eliminación de ciertos comentarios y se reportará el abuso contra cualquier individuo. Muchas gracias.